Esto es un reflejo de lo que siento, de lo que pienso y de lo que he pasado... y ahora, están aquí escritos (...)

26 de enero de 2012

Sesenta...~*

Desde los 11 te conozco, he ido viendo tus caídas, he visto tus errores y tus círculos viciosos, he visto varias de tus sonrisas e incluso varias de tus rabias y penas también. He visto los errores que causan los demás al hacerte daño, he visto como te han destruido de la peor manera, sin embargo hay algo que siempre te mantiene en pie, sé que muchas veces has estado a punto de llegar a suicidarte, muchas veces te has cortado los brazos, dices que a veces el dolor ya es costumbre para ti, aún así las personas que te han causado daño te sorprenden, quizás es por el echo de no creer que ellos serían capaz de ello.
Un día, desapareciste de mi vida... y de la vida de varias personas más, por lo menos yo, sabía que estarías bien, siempre te recordaba, y recordaba nuestras bromas y momentos, te extrañé muchas veces y muchas veces me hiciste falta de una manera que nadie lo hizo, muchas veces traté de comunicarme contigo, y nunca respondiste, recuerdo que el último mensaje que mandé fue un "Espero que la gente que ahora te rodea sea mucho mejor que nosotros, y aunque no se en que me equivoque y que daño te causé... lo lamento, no fue mi intención, solo quería apoyarte y estar ahí para ti. Si un día quieres llamar y necesitas de alguien y no sabes quien, no dudes en llamarme, por que aunque tu no estés aquí para mí, yo si lo estoy para ti, un beso, adiós..." Ese mensaje lo mandé hace unos meses, recibí una respuesta que no esperaba diciendo que no tenias a nadie y que pensabas que ya no te necesitábamos, yo respondí, haces falta, y hacen falta esos ánimos que solías darnos... Hace dos días alrededor de las once de la noche, alguien grito mi nombre fuera de la casa y yo me pregunté quién podría ser a esas horas, esa voz se me hacia familiar por lo que opté salir y ver quién era... Me asomé afuera y no había nadie, decidí en ir a buscar las llaves de la reja, así que abrí y mire hacia todos lados y me di vuelta para entrarme y bajé la cabeza triste porque sabia que esa voz era tuya... comencé a caminar hacia mi casa y de repente alguien me tocó el hombro y me dijo "¿tu, no saludas?", me dí vuelta asustada, no reconocí la cara, pero sí había algo que te hacia único y solo te abracé, nos quedamos horas y horas conversando en mi casa, luego salí a dejarte afuera y estuvimos un par de horas más, había un nudo en mi garganta, existía una pregunta, así que pregunté:
- ¿Porqué te fuiste tanto tiempo sin avisar?
- Necesitaba tiempo, para mí, además me alejé para no causar más daños
- ¿Daños a quién?
- Daños a ti, la preocupación por mi te afectaba mucho...
- Sí te digo que cometiste el error más estúpido de la vida, ¿te irías de nuevo?
- Depende el error
- El error mas estúpido que has cometido fue el irte de aquí sin avisar, y pensar que por lo menos a mí tu me causabas daño, yo te quiero y por ello me preocupas... No desaparezcas y mantente aquí y si un día te largas de aquí otra vez, avísame... ¿Bueno?
- Bueno, lo siento... No cometeré el mismo error contigo, no me alejaré más...
En esas largas horas de conversación pasaron muchas cosas las cuales solo quedaron en nuestra mente, en nuestros corazones, espero que sea así,... Pero al menos así lo es en mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario